Por mi parte, y con el equipo habitual (SW 200/1000 PDS, EQ6r-PRO, Canon 1100 D) elegí la nebulosa Creciente, o NGC 6888, un objeto bastante difícil, y ya sé por qué. Está inmerso en el océano de estrellas de la región de la Vía Láctea de la constelación del Cisne, y estas ocultaban la tenue nebulosa de mi sensor a espectro completo. Respecto a las tomas, muy contento, conseguí alinear y sincronizar a la primera y en tiempo récord. No se desperdició ni una toma. A continuación la versión a color real:
Y tras mi media decepción inicial, mi compañero Jose me prestó sus datos en H-alpha para resaltar el rojo, y tras ayudarme con el procesado, el resultado es mucho más resultón, valga la redundancia.
Después de 5 h 50 min de datos, ha merecido la pena. Fueron tomas de 600s a ISO1600. Después intenté de nuevo sacar a Andrómeda con el objetivo sigma 70-300, a ver si ahora salían las tomas sin trazas. Lo conseguí, pero con la abertura que tiene y solo una hora de datos, el resultado no es satisfactorio del todo, así que tendréis que esperar a otra ocasión para verla.
Por Fernando Peci.
Buen trabajo Fernando. Muy buenas las dos. La verdad, no sabría por cual decantarme. No hay duda que se aprecia mucho más la nebulosidad en la 2ª, pero quizás la veo un pelín subido el tono rojo y veo más natural la 1ª. Está claro que es cuestión de gustos...
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Yo tampoco me decanto por ninguna, creo que falta una intermedia, felicidades Fernando.
ResponderEliminarAhora tengo tiempo de revisarlas con tranquilidad. Me gustan las dos, aunque la segunda está más saturada. La primera tiene un acabado más delicado aunque se note menos la nebulosidad. Aunque ambas están genial, enhorabuena!
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